En 2025, hablar de competencia digital docente no es una moda, ni una casilla que marcar en una rúbrica del INTEF. Es una responsabilidad profesional.
Y más si formas parte de la FP Sanitaria, donde el margen de error no solo aprueba o suspende: puede impactar en la salud y la dignidad de personas reales. Así que si pensabas que la competencia digital es “saber hacer un PowerPoint bonito” o “poner un Kahoot para que se animen”…
Siento decirlo: eso es lo mínimo. El punto de partida. La base.
La competencia digital es la capacidad de desenvolverse con criterio en un mundo digital:
buscar, evaluar, crear, compartir y proteger.
Y todo eso con cabeza, con ética, y sin hacer el ridículo online (ni en el aula).
No basta con saber usar herramientas.
Se trata de:
- Tomar decisiones informadas
- Identificar riesgos digitales
- Comunicarte con precisión
- Crear contenidos significativos
- Y enseñar a otros a hacer lo mismo
Si la competencia digital es el árbol, la alfabetización digital es la raíz.
Y muchos, docentes y estudiantes, aún caminan con raíces débiles.
Porque… ¿cuántas veces has escuchado esto?
“Es que el alumnado ya sabe de tecnología…”
¿De verdad?
¿Sabe editar TikToks, sí. Pero sabe identificar una fuente fiable de un bulo sanitario?
¿Sabe usar IA para repasar un tema… o solo para copiarlo sin leer?
La alfabetización digital no es saber “moverse” en redes.
Es saber leer, interpretar y actuar con conciencia en el entorno digital.
Y eso también se entrena desde nuestras aulas.
Como profesora/or…
o hace falta ser Elon Musk, ni una streamer educativa, ni tener mil certificados en Google for Education.
Lo que hace falta es:
Conocer herramientas útiles
Tener claro para qué las uso
Saber integrarlas en la didáctica real
No sustituir lo pedagógico por lo decorativo
Y, muy importante, formar a tu alumnado para que también sea competente digitalmente
El Marco de Competencia Digital Docente adapta el marco europeo DigCompEdu a nuestro contexto educativo.
Y no es humo: es una guía clara con 5 áreas que deberíamos dominar, al menos en nivel básico-intermedio.
- Información y alfabetización digital
- Comunicación y colaboración
- Creación de contenidos digitales
- Seguridad
- Resolución de problemas
Y además, se añaden aspectos clave como:
- Diseño didáctico digital
- Evaluación con tecnología
- Inclusión digital
- Responsabilidad profesional
Todo esto no es burocracia, es docencia real adaptada al siglo XXI.
Ajám… ¿Y esto en FP sanitaria como calza?
Aquí no estamos para hacer una clase «moderna».
Estamos para preparar profesionales que van a tocar pacientes, gestionar datos clínicos y tomar decisiones rápidas.
Y eso significa que lo digital es también lo ético, lo técnico y lo humano.
Creación de contenidos
→ Redactar fichas de educación para la salud, tutoriales o vídeos formativos con herramientas digitales accesibles.
Seguridad y privacidad
→ Enseñar al alumnado a gestionar historias clínicas con responsabilidad, entendiendo qué es el RGPD y cómo se aplica en sanidad.
Pensamiento crítico digital
→ Analizar publicaciones sanitarias en redes, detectar bulos, contrastar estudios.
Colaboración online
→ Hacer trabajos en plataformas compartidas, foros, presentaciones en grupo usando herramientas reales de trabajo.
Cada módulo, cada clase, cada práctica, puede ser un entrenamiento digital real.
La competencia digital NO es…
Usar una app sin saber por qué
Poner una actividad de Genially para rellenar
Enviar 30 PDFs por Aula Virtual y llamarlo “formación online”
Exigir al alumnado que entregue vídeos cuando tú aún no sabes subir uno a Drive
Copiar recursos sin adaptarlos a tu grupo ni a tu realidad
La competencia digital SI es…
Elegir herramientas que mejoren la comprensión, la práctica o la evaluación
Fomentar el pensamiento crítico en lo digital
Hablar de ética, datos, seguridad y responsabilidad
Ser honestos con nuestras limitaciones y aprender en comunidad
Preparar a futuros profesionales para un sistema sanitario digitalizado y humano a la vez
¿Por qué debería de importarte todo esto?
Para enseñar mejor.
Para enseñar con criterio.
Para enseñar de verdad.
Y sí, cuesta.
Y sí, da vértigo.
Y sí, a veces no sabemos por dónde empezar.
Pero nadie dijo que educar fuera cómodo.
Solo dijeron que era importante.
Así que si aún no te has puesto con tu competencia digital… empieza.
Lento, pero con intención.
Porque si no lo haces tú, lo hará alguien con menos formación… y más cara.
Y eso, en sanidad, no nos lo podemos permitir.
Este es el camino.
Y no hace falta llevar casco para recorrerlo. Solo criterio, actitud… y buena Wi-Fi.